¿Qué quién es Mochilados? Buf, es fácil decir qué soy, pero qué complejo decir quién soy.
En realidad, lo que más me define como autor (o juntaletras) de este blog es que, tendría que escribir en primera persona del plural. Lo que escribo es la redacción de algo que no es sólo mío, sino que ha nacido de mis relaciones, los grupos y comunidades en los que vivo como ser humano y como discípulo de Jesus, el dia a día -en fin- que me regalan los otros. Yo junto las letras en determinado orden, pero el abecedario y, ojo, el sentido verdadero de las palabras, son los y las demás quienes me lo regalan. Y me lo regalan -en el ver, el iluminar, y el actuar fraterno y samaritano- en el caminar cotidiano codo a codo «mochilados», juntos con la mochila al hombro.
Si necesitas más datos, haría falta algo de tiempo alrededor de una mesa compartida con lo que se tercie: me lo dices y quedamos.
Por lo demás:
- Nací y vivo en Madrid desde hace 60 años y pico. Pero se me regalaron buenos años navarros y palentinos. Y decenas de tiempos viajando aquí y allá.
- Estoy soltero (unos dicen que por vocacion, yo digo que porque es lo que hay), pero en feliz matrimonio fraterno -espiritual y corporal- con muchos y muchas con quien comparto vida y sueños.
- Tengo un buen baúl de estudios universitarios y no universitarios, útiles e inútiles, sesudos y gozosamente sabios con la sabiduria de la vida que me enseñan tantos.
- Soy cristiano. Lo que, para mí y con otros, significa que en Jesús de Nazaret se confirma que ningún daño ni ninguna muerte tiene ahora ni nunca la última palabra, y que toca apuntarse a esa apuesta para saber de qué va la felicidad que pasa por ponerse del lado de los infelices, como Dios. Y, en ese ser crisiano, creo que he hecho bien en aceptar el ministerio de ser cura, oseasé, de andar sentando a los distintos en una Mesa que no es nuestra, pero a la que llevamos y desde la que partimos a las mesas de la vida. Todo lo demas que puedas pensar tú sobre eso de «cristiano» es, para mí, sólo cuestión de herramientas (que uso o no).
- Me encantaría que en el diccionario de la RAE apareciera la siguiente enrada: «mochilar. 1. tr. Dotarse de muy pocas cosas pero absolutamente imprescindibles para el camino o la tarea que se prevé hacer, 2. tr. Conseguir una mochila que contenga lo que otro u otros deben tener para poder ser lo que son material y vitalmente»[1]. Y me gustaría porque creo que la clave de a vida es ir no ya meramente «mochilado», sino ir «mochilados», mochilado con otros y para otros, mochilados codo a codo.
- Se me suele ver en grupos pequeños, en comunidades pequeñas, en acciones pequeñas, en charlas pequeñas, en escritos pequeños… Pero siempre, en una u otra forma, por las periferias, del lado de los que no cuentan porque los que sí cuentan han/hemos dejado de contar con ellos. Si te hago falta para alguna de esas cosas, me lo dices y a ello.
- Creo que mi vivir se ha ido decantando a base de las opciones que, más o menos firmemente, he ido tomando. Opciones de desde dónde y cómo y con quién mirar la realidad (y desde dónde no). Opciones de con qué criterios desentrañar las claves de esa realidad (que no suelen ser, en mi caso, las claves que aconsejan los fuertes de este mundo). Y opciones a la hora de poner manos a la obra, porque, como dice José Luis Cortés, «no se puede creer en Dios en un mundo donde la gente muere y no es feliz, a menos que uno se ponga del lado de los que luchan para que eso no sea así«.
- No tengo claro si soy de derechas o de izquierdas. Me interesa más preguntarme cada dia si soy de los que miran (yuyu) o de los que se embarran (ójala). Y, además, si se trata de atender al caído en el camino, me da lo mismo (y al caído también) que la mano de los demás que se pongan a la tarea sean rojas o azules. Con todo, sí que creo que es preciso tener una cabeza amueblada, lo que lleva a definir la propia ideología: ya decía Marx (creo) que la praxis no es más que una acción cargada de teoría.
- Y, en realidad, lo que soy es, casi en el 99%, hijo de lo que otros me han donado para ser. Soy hijo de algunos movimientos (incluido el Escultismo -el de verdad-, pero no sólo), hijo de tantos y tantas que se suponía que no tenían nada que dar y en realidad me dieron todo, hijo del montañear y del asombro, hijo de mil y un libros, hijo de la Tierra y de cada tierra de cada dia (aqui, ahora, y con estos), hijo de mis padres y mis antepasados, hijo -por puro cariño- de Dios, sea lo que sea o no sea Dios para cada quien.
- Y supongo que tambien me define que soy miope (y más cosas de ésas de la vista con nombre raro), con buena barriga, tendiendo a la calvicie otoñal, miastenico (de miastenia gravis), fumador (o sea, que soy idiota), de letras pero cotidianamente asombrado por las ciencias (especialmente la biología y aledaños), y con un imprescindible humor ante lo mucho que me alucina la realidad.
Y creo que en plan currículum eso es lo que se supone que tengo que decir (lo de DNI, teléfono de contacto, y demás, me parece que aquí sobra; y de foto mejor ni hablar).
Para más referencias, quedamos cuando quieras con un te, con una caña, o con un echar una mano a cualquiera que se haya caído y necesite un hombro donde apoyarse.
[1] Dentro de la entrada «mochila», la RAE sí recoge la expresion «hacer mochila un cazador o un caminante. 1. loc. verb. Prevenirse de comida y merienda para el camino».
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