Autor: Mochilados
Día Internacional de la Solidaridad Humana 2014
Con motivo del Día Internacional de la Solidaridad Humana, que se celebra hoy, las organizaciones que integran la iniciativa «Enlázate por la Justicia» -Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES- han redactado un mensaje que será difundido en las parroquias y comunidades cristianas del país durante el cuarto domingo de Adviento.
En este tiempo litúrgico del Adviento y con motivo de la celebración, el 20 de diciembre, del Día Internacional de la Solidaridad Humana, queremos compartir con las comunidades cristianas y con toda la sociedad el deseo de “anunciar la buena noticia a los que sufren, proclamar la liberación a los cautivos y a los prisioneros la libertad, y proclamar el año de gracia del Señor” (Isaías, 61, I-2ª, 10-11).
Las organizaciones que desde 2013 sumamos nuestros esfuerzos en el marco de la iniciativa Enlázate por la Justicia (Cáritas, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES) para dar cuenta y razón de nuestra visión fraterna de la cooperación al desarrollo desde un Cristo comprometido con los pobres, y movilizar a todos en la defensa de la justicia global, los derechos humanos y la dignidad de las personas más vulnerables, dirigimos nuestra mirada sobre la escandalosa realidad de desigualdad y pobreza que sigue Continue reading
Queridos ateos…
El diario El País publicó el 25 de mayo pasado este artículo con el que coincido. Es de Francis Spufford. La traducción es de Ángela Porras y la imagen de Eva Vázquez.
Permítanme que venga a molestarles con un proyecto: el del respeto mutuo entre ateos y creyentes. Se apoya en un principio muy sencillo: ambos sostenemos una postura para la que, por definición, no hay pruebas. Nosotros creemos que existe un Dios y ustedes creen que no; cuando, en realidad nadie lo sabe, ni puede saberlo: no es una cuestión susceptible de ser probada. La ciencia, como mucho, puede demostrar que no hay necesidad de Dios como explicación física de nada. Puestas así las cosas, la posición natural, neutral y moderada sería el agnosticismo: un calmado, indiferente desconocimiento. Sin embargo, usted y yo, esas salvajes criaturas románticas que somos, nos apresuramos a tomar posiciones de fe sobre el asunto. Esta compartida (aunque enfrentada) extravagancia podría convertirnos en almas gemelas. O en sin-almas gemelas; yo digo lechuga, usted dice tomate, pero al menos ambos estamos hablando de hortalizas. Ateos y creyentes son, en formas opuestas, gente con convicciones, gente que se queda fuera del centrado campo del empirismo. Mes frères, mes soeurs, mes semblables! Abracémonos, porque todos somos refugiados huyendo del aburrido pragmatismo.
Ah, ¿que no? No. Porque exponer que el ateísmo es simplemente otra forma de fe ataca la idea que el no creyente beligerante tiene de sí mismo: la idea de que el ateísmo es de alguna forma científico y, en el campo Continue reading
El Preguntas
En el pueblo todos le llamaban “El Preguntas”. Y él se decía a sí mismo que, a fin de cuentas, era normal su ignorancia de tantas cosas. Aunque ya tenía 42 años (más o menos, tampoco estaba muy seguro), su pueblo era uno de los más pequeños (había quien decía que era «el más» pequeño) de Judá. Recordaba que, de crío, el rabino se ponía muy contento cuando había cinco niños en su escuela, ¡porque si había cinco es que habían ido a clase todos los niños del pueblo! De todos modos, no estuvo mucho tiempo en la escuela del rabino. Sacar la casa aelante requería muchas manos, y aun así eran pocas. Por eso, desde muy chico le toco pastorear.
Quizá fuera esa la razón de que tuviera tantas preguntas. Pero debía haber algo más. Continue reading
No me llames extranjero – Día Internacional del Migrante 2014
Día Internacional del Migrante 2014. Rafael Amor canta No me llames extranjero, en una grabación de 1977.
No me llames extranjero porque haya nacido lejos,
o por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo.
No me llames extranjero porque fue distinto el seno
o por que acunó mi infancia otro idioma de los cuentos.
No me llames extranjero si en el amor de una madre
tuvimos la misma luz, en el canto y en el beso,
con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.
No me llames extranjero, ni pienses de donde vengo,
mejor saber donde vamos, a dónde nos lleva el tiempo.
No me llames extranjero porque tu pan y tu fuego
calman mi hambre y frío, y me cobije tu techo,
No me llames extranjero, tu trigo es como mi trigo,
yu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero porque me trajo un camino,
porque nací en otro pueblo,
porque conozco otros mares, y zarpé un día de otro puerto,
si siempre quedan iguales en el adiós los pañuelos,
y las pupilas borrosas de los que dejamos lejos,
los amigos que nos nombran,
y son iguales los besos y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo grito,
el mismo cansancio viejo
que viene arrastrando el hombre desde el fondo de los tiempos,
cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños,
los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.
No me llames extranjero, que es una palabra triste,
que es una palabra helada, huele a olvido y a destierro.
No me llames extranjero, mira tu niño y el mío
cómo corren de la mano hasta el final del sendero.
No los llames extranjeros, ellos no saben de idiomas,
de límites ni banderas: míralos, se van al cielo
por una risa paloma que los reúne en el vuelo.
No me llames extranjero, piensa en tu hermano y el mío,
el cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo.
Ellos no eran extranjeros, se conocían de siempre
por la libertad eterna e igual de libres murieron.
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo.
Y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero.
El embargo
Desahucios, exclusión sanitaria, paro… A principios del siglo XX, José Mª Gabriel y Galán escribía en castúo (variedad extremeña del español) el estremecedor poema «El embargo«.
Señol jues, pasi usté más alanti
y que entrin tos esos,
no le dé a usté ansia
no le dé a usté mieo…
Si venís antiayel a afligila
sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s’ha muerto!
¡Embargal, embargal los avíos,
que aquí no hay dinero:
lo he gastao en comías pa ella
y en boticas que no le sirvieron;
y eso que me quea,
porque no me dio tiempo a vendello,
ya me está sobrando,
ya me está gediendo!
Embargal esi sacho de pico,
y esas jocis clavás en el techo,
y esa segureja
y ese cacho e liendro…
¡Jerramientas, que no quedi una!
¿Ya pa qué las quiero?
Si tuviá que ganalo pa ella,
¡cualisquiá me quitaba a mí eso!
Pero ya no quio vel esi sacho,
ni esas jocis clavás en el techo,
ni esa segureja
ni ese cacho e liendro…
¡Pero a vel, señol jues: cuidaíto
si alguno de ésos
es osao de tocali a esa cama
ondi ella s’ha muerto:
la camita ondi yo la he querío
cuando dambos estábamos güenos;
la camita ondi yo la he cuidiau,
la camita ondi estuvo su cuerpo
cuatro mesis vivo
y una nochi muerto!
¡Señol jues: que nenguno sea osao
de tocali a esa cama ni un pelo,
porque aquí lo jinco
delanti usté mesmo!
Lleváisoslo todu,
todu, menus eso,
que esas mantas tienin
suol de su cuerpo…
¡y me güelin, me güelin a ella
ca ves que las güelo!…
Carta de un sin hogar (‘sin techo’) al menor que le agredió
Ocurrió el 18 de agosto de 2004, y lo contó la prensa. Primitivo y Vicente, dos personas sin hogar que compartían soportal y cartones para pasar la noche en Madrid, fueron agredidos y apuñalados por tres sujetos, uno de ellos de 17 años. Poco después, Primitivo escribió una carta a ese menor. La carta decía (y dice, y para siempre seguirá diciendo) asÍ:
«Decía el poeta: La vida es bella, ya verás cómo a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amores, tendrás amores…
Me hubiera gustado haber escrito esto para ti. Tendrás amigos. Las personas con las que saliste aquella noche como de caza no son tus amigos ni te quieren. Encontrarás otras personas que te quieran: tus padres, a pesar de todo; yo mismo te amo. Odio las ideas que te llevaron a hacer eso, me da náuseas lo que esa noche hicisteis. Pero a ti, como persona, te amo y no dudo que con el tiempo aprenderás que sólo podemos ser felices con el respeto y el amor.
La felicidad no depende del estatus social de nuestras condiciones exteriores de vida, pero sí depende del respeto que tenemos hacia nosotros mismos y hacia los demás, del amor que tenemos hacia el otro. Aprende a amarte también a ti mismo, no te encierres en ideas de exclusión, de odio, que sólo conduce a la desolación, la destrucción y la muerte.
Desarrolla tus capacidades creativas, haz cosas que te eleven, que te ablanden el corazón. No es fácil; hacen falta muchos esfuerzos, mucho trabajo y también lágrimas, pero la vida es tan bella que merece la pena. Por fin te diré que el hombre fuerte y valiente no es el que da puñetazos y apuñala; esto está al alcance de cualquier animal. Ser fuerte no es dejar que el odio entre en nuestro corazón.
Así que, a pesar de lo que pasó, te perdono y te amo. Que esto te sirva de lección para mejorarte».
Esperar contra toda esperanza
Hay esperanzas muertas, inanes, pasivas… Que se limitan al ojalá.
Y hay una esperanza fuerte,
una esperenza alimentada con mimo en el día a día,
insobornable frente a todo canto de sirenas que aconseje no soñar,
segura de que tiene (Sabina dixit) los pies en el suelo y el grito en el cielo.
Una esperanza que moviliza cada mañana
frente a la increible inercia de la realidad,
y en la noche vuelve a la cama desnuda y con las manos vacias,
pero con el corazón lleno de nombres (Casaldáliga).
Una esperanza cuya piedra angular no es ser mi esperanza,
sino nuestra esperanza
y esperanza para ellos,
para los que son robados de su esperenza
mientras Momo, subversivamente, cuenta sus cuentos frente a todo Hombre Gris.
Esperar seguro de la fe en esperanza.
Esperar haciendo el amor entre sudor y carne con carne.
Esperar contra toda esperanza.
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Lo explico con detalle en esta entrada.
Libre te quiero
Hay dias en que parece que crece la oscuridad, en que el frío raro del mundo frio se te mete dentro de manera especial.
Hay días en que parece vacilar la insobornable resitencia frente a los que hacen sufrir a tantos.
Esos días, poesía necesaria como elpan de cada día.
Libre te quiero
poema de Agustín García Calvo musicalizado por Amancio Prada
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que al cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
Día de los Derechos Humanos… y los Deberes
En este Día Internacional de los Derechos Humanos 2014, no me parece malo recordar algo que puede parecer anecdótico… pero no lo es.
Tanto la Asamblea Nacional Francesa elaborando la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, como la ONU cuando empezó a trabajar en una futura Declaración de los Derechos Humanos, se plantearon si, a la vez, no habría que elaborar una Carta de Deberes.
Ambas concluyeron que no, que era innecesario. Pues tuvieron muy claro que si se halaba de derechos se estaba hablando también y a la vez de deberes. Y es que, como dice con humor José A. Marina, en una escalera no puede separarse la de bajada y la de subida[1].
[1] He tomado los datos de esta entrada de Luis GONZÁLEZ-CARVAJAL SANTABÁRBARA, En defensa de los humillados y ofendidos (Santander, 2005), pág. 46. La imagen de la escalera es de José Antonio MARINA, Ética para náufragos (Barcelona, 19953), pág. 237. Puede verse una buena síntesis de este tema en Adela CORTINA, “La ética de una sociedad civil, de los derechos a los deberes”: Sal Terrae 81 (1993) 423-535.
Día de las Personas Sin Hogar 2014
- Con motivo del Día de las Personas Sin Hogar 2014 en varias ciudades se celebraron actos publicos.
- Aquí va un pequeño álbum fotográfico del acto de Madrid, del 27 de noviembre, entre Callao y Sol: http://goo.gl/Y5N574
- Puede usarse con la licencia Creative Commons habitual de este blog.
- Puedes obtener materiales de la campaña en este enlace (al menos mientras dure, claro).
MANIFIESTO
(realizado porpersonas sin hogar)
Yo tenía una casa… Y fui feliz mientras viví en ella.
Mi casa fue siempre mi lugar de referencia, donde encontraba seguridad, compañía y podía ser YO. Allí me sentía persona y formaba parte de la sociedad.
En un momento determinado mi vida cambió, se complicó, empezaron los problemas, todos encadenados.
La pérdida de trabajo fue el primero de ellos; después, la pérdida del hogar y de la familia; llegaron los problemas de salud y, por último, la calle y, con ella, la soledad, la angustiosa soledad. Todo mi mundo se vino abajo y tomé conciencia de lo enorme de mi pérdida. Había perdido mi HOGAR y, con él, Continue reading
Los Estatutos del Hombre (Thiago de Mello)
Parece mentira que este profundísimo manifiesto de Thiago de Mello[1] sea de 1964. Pero está claro que la verdad y la belleza rompen el tiempo y el espacio.
Artículo I
Queda decretado
que ahora vale la verdad,que ahora vale la verdad,
ahora vale la vida,
y dándonos las manos,
marcharemos todos
por la vida verdadera.
Artículo II
Queda decretado
que todos los días de la semana,
inclusive los martes
más grises,
tienen derecho a convertirse
en mañanas de domingo.
Artículo III
Queda decretado que,
a partir de este instante,
habrá girasoles
en todas las ventanas,
que los girasoles tendrán derecho
a abrirse dentro de la sombra;
y que las ventanas
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Hoy es la Inmaculada Concepcion
Y yo que pienso que lo de la Inmaculada Concepción supera mucho, pero muuuucho, lo que dice la letra de ese dogma cristiano.
Por ejemplo:
Digo yo.
Mi Miastenia Gravis, mi Poäng, y un yogur
Si alguien piensa que es imposible que se relacionen en cuestión de segundos la Miastenia Gravis, Ikea, un yogur líquido, y una película que echaban en la tele, que siga leyendo. Bienvenidos a… ¡cuando la miastenia gravis te ataca con un Poäng!
Sábado 6 de diciembre. 22.30. Madrid, mi casa, el salón, para ser exactos. Cené hace rato y mi miastenia y yo nos hemos sentado en un sillón Poäng de Ikea (véase la foto, más fácil que decir esos nombres impronunciables) para ver un poco la tele mientras nos tomamos una taza de yogur líquido antes de ir despacito a acostarnos si es que las piernas responden.
El apacible escenario no revela la batalla que está a punto de librarse.
Y es que, de pronto y sin previo aviso, el venerable Poäng –digamos en su favor que tiene (bueno, tenía, snif) 10 años de duro trabajo dado lo poco apolíneo de mi barriga- empieza a crujir y chascarse con un ruido que no presagia nada bueno. Suena madera que se astilla y se quiebra. Empieza a desequilibrarse hacia atrás (sí, hacia atrás, no quiere tirarme de culo, quiere tirarme de espaldas, efecto imprevisto de cómo se rompe este símil de mecedora).
Y en una fracción de segundo, todo mi ser se pone valientemente en estado de alerta (bueno, todo mi ser no, los músculos de las piernas siguen diciendo que pasan de todo). Y mi agudísima mente de héroe de cómic comprende tres cosas:
- ¡Jesús tenía razón!: «Velad y orad porque no sabéis ni el día ni la hora en que vendrá el Hijo del Hombre», digooooo, perdón, no sabéis ni el día ni la hora en que un mueble de madera, por muy ikeano que sea, va a decir que le ha llegado el momento de devolver su serrín a la Madre Tierra.
- Esto se está cayendo pa’trás. MI postura final, si no me incorporo en un santiamén va a ser la de un astronauta en el momento del despegue mirando al cielo. Con la diferencia de que yo no miraré al cielo, sino al techo de mi casa (y volveré a pensar que un día de estos habría que repintar). Y con la otra diferencia de que yo no llevo escafandra, sino un tazón de yogur, lo que le quita épica al asunto, maldita sea.
- Pero no todo está perdido. Aunque el casi imparable drama está ocurriendo a la velocidad con que desaparecen las galletas de chocolate de los surtidos Cuétara, el Poäng no se está rompiendo de golpe y porrazo. Tengo uno o dos segundos para levantarme. Llega el momento de convertir esta historia vergonzosa en un relato magnífico que pueda contar orgullosamente a la posteridad sin que se me cachondee el personal. Sólo tengo que hacer algo taaaaaan sencillo como que me incorpore y me levante antes de que esto se vaya del todo al carajo. Si fuera una historieta de Spiderman, serían cuatro viñetas: dejar taza de yogur en mesa, poner pies en suelo, piernas elevan el cuerpo, quedo de pie mientras el sillón se desploma estrepitosa y fracasadamente vencido en su vil intento de asesinar al prota (la onomatopeya de ese ruido que la decida cada quien a su gusto).
Dicho y hecho. Bueno, corrijo, porque cualquiera que sepa de la miastenia ya habrá pensado que lo de “dicho” vale, pero que lo de “hecho” seguro que no.
Evalúo rápidamente la posibilidad de salvar también la taza de yogur, pero con frialdad profesional de buen scout de toda la vida de dios decido que está perdida, que lo primero es lo primero (useasé, yo), y que momentos críticos requieren decisiones críticas. Abandono la taza a su suerte y me centro en mi propia subsistencia (aunque, para ser exactos, la taza logró sobrevivir después de rodar un buen rato por los suelos; bueno, y el yogur prácticamente también logró no derramarse del todo: me cayó casi todo encima, asi que se salvó gacias a mí, ¡a mi!, ¡chúpate ésa, miastenia!; no, de eso no hay foto, no se hacen selfies con el pijama chorreando de yogur).
Llega la escena central. Mi cerebro ordena a mis músculos que, como un rayo, pongan los pies en el suelo (o eso, o lo que terminara en el suelo es mi cogote), y me impulsen suave pero decididamente hasta ponerme de pie, y dejen atrás en su caída libre al cada vez más destrozado Poäng.
Y en ese instante, en ese crítico instante, cuando ya parece que el Anillo Único va a ser vencido y burlado el poder del Señor de Los Ikeas, descubro que el Lado Oscuro de la Fuerza se ha confabulado una vez más contra este valeroso hobbit jedi. ¡Hay una alianza secreta e inesperada! La obsolescencia programada (por Ikea, por la madre naturaleza, por mi orondo físico, o por una conjunción astral de todo) se ha confabulado con mi miastenia gravis.
El resultado es que mientras Gollum-Poäng me arrastra en su caída, mis músculos miastenicosos dicen que tururú, que si la acetilcolina tal, que si las sinapsis cual, que si los anticuerpos lo otro, y que, en resumen, muy bonita la orden de ponerme de pie, pero que no hay fuerzas, que ya les gustaría hacerlo, pero que aquí falla algo, que no es por ná y que si hay que ir se va, pero que no va a ser hoy el caso, porque por una parte ya ves y por otra qué quieres que te diga, y que vas a terminar en el suelo con la misma certeza con la que una amiga mía dice en el coche allá por Medinaceli que sólo va a cerrar los ojos cinco minutitos y no despierta hasta Carabanchel (sí, el Alto, el de Manolito Gafotas).
Os ahorro los tristes detalles finales de la historia de este bravo y ya cansado guerrero que os escribe. No pienso autoflagelarme explicando qué se hace tirado en el suelo espatarrado hacia arriba, enredado en los restos de un Poäng (véase la foto de su cadáver), esperando a que la miastenia dé permiso para salir de ahí, y pensando si el yogur será bueno para el cuidado de la piel (si lo es la baba de caracol, di por supuesto que sí, aunque para otra vez mejor me lo aplico sin pijama y, además, templadito y no recién sacado de la nevera). Como no me corría nadie (no, no me refiero a eso, malpensados/as, véanse acepciones 20 y 25 en el diccionario de la RAE, que sois unos incultos/as), esperé lo justo para poder levantarme tras unas cuantas filigranas propias de quienes nos cuesta levantarnos del suelo porque, tras decir años y años que pesábamos ochenta y cuatro kilos y medio, un día decidimos que ya había pasado mucho tiempo desde la última báscula, y resulto que pesábamos cien.
Eso sí, en la tele había empezado hace poco Million Dollar Baby. Vamos, que si de verdad quieres, puedes. Y que si la miastenia te da un puñetazo en los músculos voluntarios, más voluntario es el “músculo” de ponerle una sonrisa al asunto.
Pedro Casaldáliga: Navidad 2014
Como cada año, la sabiduría entrañable y encarnada de la felicitación navideña de Pedro Casaldáliga (la imagen la he añadido yo, es de Maximino Cerezo Barredo, compañero de Pedro en la caminhada con los empobrecidos):
Sube a nacer conmigo, dice el poeta Neruda.
Baja a nacer conmigo, dice el Dios de Jesús.
Hay que nacer de nuevo, hermanos Nicodemos,
y hay que nacer subiendo desde abajo.
De esperanza en esperanza,
de pesebre en pesebre, todavía hay Navidad.
Desconcertados por el viento del desierto,
que no sabemos de dónde viene ni adónde va.
Encharcados en sangre y en codicia,
prohibidos de vivir con dignidad,
sólo este Niño puede salvarnos.
De esperanza en esperanza,
de pesebre en pesebre, de Navidad en Navidad.
Siempre de noche naciendo de nuevo, Nicodemos.
“Desde las periferias existenciales”,
con la fe de María y los silencios de José
y todo el Misterio del Niño, hay Navidad.
Con los pobres de la Tierra confesamos
que Él nos ha amado hasta el extremo
de entregarnos su propio Hijo,
hecho Dios venido a menos, en una Kenosis total.
Y es Navidad. Y es tiempo nuevo.
Y la consigna es que todo es Gracia,
todo es Pascua, todo es Reino.
Embarrados
Copio esta muy interesante entrada del blog «14 kilómetros» (hace referencia a la distancia que separa la gran urbe madrileña de uno de los lugares más excluidos de España, la zona degradada de Cañada Real Gaiana, especialmente el poblado de El Gallinero), de Javier Baeza.
El pasado sábado tuve una experiencia muy particular.
Teníamos prevista la celebración de los derechos de los niños y niñas del poblado Rom del Gallinero. Las inclemencias meteorológicas hizo que se suspendiese la fiesta, retrasando su celebración. Una de las personas que había anunciado su participación fue D. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid. Tenía interés en conocer el poblado, a los vecinos, los pequeños y sus familias. Dicho interés se confirma con la llamada anoche, a través de un amigo común, insistiendo en la posibilidad de mantener la visita, aunque la fiesta estuviera temporalmente suspendida. Efectivamente quedamos, el sábado por la mañana y bajo un espectacular manto de agua nos dirigimos al poblado.
La visita apunta, cuanto menos, curiosa. Desde el primer saludo se impuso la confianza, tuteándonos mutuamente. En mi furgoneta viajan dos adolescentes rumanos que llevan la música rap a muy alto volumen. D. Carlos sube, junto al amigo común, su chófer y el cura Pepe en lo asientos traseros dejando que los adolescentes vayan delante de la furgoneta. La camaradería comienza a sentirse.
Llegamos al poblado. Jorge y Marta, dos almas fundamentales en la presencia y la vida de los ROM en el Gallinero, nos están esperando para acompañar la visita.
Tras explicarle el número de familias y pequeños que habitan el poblado, comenzamos, amparados bajo los paraguas, la visita a las familias. Entramos en alguna casa. Saluda, acaricia y pregunta a los más pequeños que vamos encontrando en el paseo. Conocer la realidad en la que viven estas familias, el desprecio con que se les trata desde la Administración, los intereses con que se acercan oeneges, activistas y otros colectivos donde priman los programas y modos preconcebidos a los modos y maneras de los habitantes… hace que D. Carlos se lleve un chorreo de información y denuncia que la lluvia que cae no despeja la perplejidad y dolor que refleja su rostro.
La dignidad que refleja el interior de las viviendas donde moran las familias rumanas contrasta con el exterior callejero donde los charcos hacen de hall de las viviendas y la ropa tendida empapada colorea la gris mañana. D. Carlos muestra estremecimiento y desconcierto por la realidad que la pobreza le presenta ante sus ojos. Sin embargo el respeto con que se refiere a las familias, la ausencia de juicio sobre sus vidas y la escucha atenta a lo que le vamos contando hace que D. Carlos se convierta no en un invitado de piedra, cuanto en alguien que en medio de este espacio de exclusión y dificultad, anima, fortalece y nos hace sentir más vivo el privilegio de compartir la vida con estas familias gitano rumanas.
La realidad, señala D. Carlos, hace que las valoraciones morales o los juicios sobre la vida de los otros haya de ser considerada, precisamente, desde lo que se vive no desde lo que definen doctrinas, tradiciones o ideologías del tipo que sea.
El paseo sigue por el poblado. El barro va cubriendo no sólo los zapatos de quienes andamos los caminos de tierra, sino que empapa todas aquellas seguridades que nuestra cómoda vida nos va brindando.
Las familias preguntan quién es este señor que nos acompaña. El intento explicativo no resulta fácil. Otros jóvenes, cuyas ropas empapadas les cubre la cabeza, dicen conocerle. “Es el papa”, se chilla uno a otro. Más allá del parecido físico –que efectivamente los muchachos han acertado- esperamos que los mensajes que está lanzando el papa Francisco al mundo, sean tan acertados y evangélicos como los que esperamos de D. Carlos en esta nueva andadura por Madrid.
El abrazo de despedida, ya en la ciudad urbanizada y cosmopolita, hacen superar los malos tratos sentidos en otras épocas y acrecienta que este tiempo de espera que alumbramos sea signo de una Iglesia no al servicio de… cuanto en medio de la vida de los más desfavorecidos, viviendo con ellos y desde ellos.
Buf, otra mudanza
Pues eso, que otra vez este pequeñisimo blog coge la mochila y se va para otro sitio.
En otra entrada ya conté su nacimiento en 20o4 y sus pasos hasta inicios de 2013.
Y hoy, 2 de diciembre de 2014 (qué solemne suena jejeje, como si hasta fuera algo importante), esta mochila compartida (vamos mochilados) se mantiene en WordPress pero con dominio propio: http://mochilados.com/
Pue eso, que cambiando, no quedándose. Como la vida.
Capital y trabajo: ¿cuál es prioritario?
Me permito hacer un apunte muy incompleto sobre el interesante y veterano debate de si en el binomio capital-trabajo es prioritario uno u otro, sin olvidar en esta cuestión el pensamiento social cristiano. Por razones diversas, es una cuestión que suele salir en los ambientes en los que me muevo, y creo que llega la hora de dejar mi opinión por escrito.
Explicación previa
Con todo, subrayo conscientemente lo dicho de «apunte» y lo de «incompleto», porque hay varios aspectos de ese debate que no voy a tratar aquí y que voy a dar por supuestos en el conocimiento del lector (o en la posibilidad, bastante sencilla, de conseguir ese conocimiento a través de diversas fuentes en internet). Los expongo con brevedad y sabiendo que quizá el lector o lectora quiera saltarse su lectura:
- Por una parte, no voy a entrar en qué se entiende por capital y qué por trabajo. En principio son términos no complejos de entender, aunque en los últimos lustros Continue reading
La fraternidad, fundamento y camino para la paz
Mensaje de Francisco para la celebración de la XLVII Jornada Mundial de la Paz: 1 de enero de 2014. Fuente: web de la Santa Sede.
1) En este mi primer Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, quisiera desear a todos, a las personas y a los pueblos, una vida llena de alegría y de esperanza. El corazón de todo hombre y de toda mujer alberga en su interior el deseo de una vida plena, de la que forma parte un anhelo indeleble de fraternidad, que nos invita a la comunión con los otros, en los que encontramos no enemigos o contrincantes, sino hermanos a los que acoger y querer.
De hecho, la fraternidad es una dimensión esencial del hombre, que es un ser relacional. La viva conciencia de este carácter relacional nos lleva Continue reading