Ya se me perdonará el «palabro» de esta entrada, pero las sonrisas que provoca este vídeo -sonrisas que, por otro lado, son absolutamente cultas- merecen la pena.
Ya se me perdonará el «palabro» de esta entrada, pero las sonrisas que provoca este vídeo -sonrisas que, por otro lado, son absolutamente cultas- merecen la pena.