Hay esperanzas muertas, inanes, pasivas… Que se limitan al ojalá.
Y hay una esperanza fuerte,
una esperenza alimentada con mimo en el día a día,
insobornable frente a todo canto de sirenas que aconseje no soñar,
segura de que tiene (Sabina dixit) los pies en el suelo y el grito en el cielo.
Una esperanza que moviliza cada mañana
frente a la increible inercia de la realidad,
y en la noche vuelve a la cama desnuda y con las manos vacias,
pero con el corazón lleno de nombres (Casaldáliga).
Una esperanza cuya piedra angular no es ser mi esperanza,
sino nuestra esperanza
y esperanza para ellos,
para los que son robados de su esperenza
mientras Momo, subversivamente, cuenta sus cuentos frente a todo Hombre Gris.
Esperar seguro de la fe en esperanza.
Esperar haciendo el amor entre sudor y carne con carne.
Esperar contra toda esperanza.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Lo explico con detalle en esta entrada.
Yo pisaré las calles nuevamente…
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=u436OUA6phU&w=420&h=315%5D
Qué bien traído. Gracias, Raksha.